sábado, 22 de abril de 2023

No sea más Incrédulo

 Incredulidad de Tomás
Juan 20:24-29
Reina-Valera 1960
24 Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. 25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. 27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! 29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.

Hoy te vengo a hablar de la incredulidad que cada persona a través de la vida, así como Tomas un discípulo de Jesús, cuando fue crucificado, muerto y sepultado, él como muchos de los dicipulos se volvieron a casa, por que ellos pensaron que todo había terminado; así como lo señalan los discípulos que caminan hacia Emaús, Lc 24: "14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. y Jesús se les presentó y les dijo: Lc 24:19 ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; 20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. 21 Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido". pero ellos no le conocieron, hasta que Jesús comparte el pan en casa de ellos.
Tomas no estaba reunido con los discípulos en momento que Señor se presento a sus discípulos, por su incredulidad expresa,” Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré” 

Así, muchos de nosotros también estamos o estábamos en esta condición, ponemos miles excusas y pregunta en nuestras vidas, como: si Él existiera no habría tanta hambre, sufrimiento, niños abandonados, pestes, guerras, cataclismos, pero todo ellos desde tiempos antiguos han existido, y nosotros no estamos libre de ellos.
Después de 8 días el señor Jesús se les presenta nuevamente a sus discípulos, y con ellos Tomas, y le dice “Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente”. también la gente quiere ser como Tomas desea ver para creer, quiere ver los milagros, las bendiciones que están prometidas en la Biblia, pero no es así, en su palabra dice “¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Juan 11:40, Tomas por haber visto a las llagas, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. 
Nosotros hoy somos bienaventurados por creer sin haber visto a Jesús resucitado, y por ellos somos sus hijos, real sacerdocio, pueblo adquirido. El Señor, no condeno a Tomas, pero no quiere que nos quedemos ahí, sin poner en acción nuestra FE, haz algo para superar tus dudas y ponerlas en acción, ven al Señor Jesucristo hoy, y no dudes más, él enjugará tus lágrimas, te hará partícipe del reino de Dios Padre, te llevará por las senda de Justicia, serás injertado en la raíz del evangelio.

Si  desea hoy recibir al Señor: Admite tu condición de pecador(a); decida alejarse del pecado; crea que Jesucristo murió por usted, y que resucitó; ore para invitar a Jesucristo a entrar en su vida y tomar el control de ella y acérquese a una Iglesia donde predique el verdadero evangelio o realiza esta oración de corazón, pensando  el Señor Jesucristo esta a tu lado escuchando atentamente.
“Querido Señor Jesús; Sé que soy un pecador(a) y que necesito tu perdón. Creo que tu moristes por mis pecados. Quiero alejarme de ellos. Ahora mismo te invito a que vengas a mi vida. Confío en ti como mi único Salvador y te seguiré como mi Señor. Gracias Señor por salvarme ". Amen

Si has realizado esta oración te invito a que nos reunamos, para que crezcas en el evangelio, y participemos de una gloriosa reunión con los Santos redimidos por la sangre del cordero en el Templo de la Iglesia  Evangélica de Vitacura en calle Sotomayor 659 población Santa Elvira en Chillán
De lo contrario, comunice, conmigo a través del correo electrónico: predicamievangelio85@gmail.com entregando tu nombre, dirección, número telefónico, para comunicarnos y concertar una visita si desea a tu hogar.

Dios te bendiga junto a tus seres queridos 


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